Hemos empezado el encuentro, creemos que de la mejor manera, leyendo una reflexión de Julián sobre el tema de fondo a tratar en este primer encuentro:
“Tras el hundimiento del “muro de Berlín”, el
imperialismo internacional del dinero, se siente sin oposición en el mundo y
está realizando un nuevo orden económico internacional sin el más mínimo
respeto hacia la persona humana. Conversiones y reconversiones laborales sólo
persiguen como objetivo la multiplicación del lucro imperialista a corto, medio
y largo plazo. No sólo se ha hundido el imperialismo soviético, rival mundial
desde 1945, sino que las organizaciones obreras sindicales y políticas de
Occidente, tanto internacionales como nacionales, han caído corrompidas por una
burocracia incapaz de poner en pie la militancia indispensable para hacer
frente a la agresión universal capitalista. Entran así los trabajadores del
mundo en la larga marcha de poner en pie sus instituciones de respuesta.
Sindicatos y partidos obreros han sido derrotados, por inadecuados, en la
sociedad postindustrial. Esta implica una nueva civilización y ello exige unas
nuevas instituciones de lucha que respondan adecuadamente a la opresión de los
poderosos. No de trata de respuestas violentas, pero sí de respuestas adecuadas.
No se puede permitir que hoy existan problemas universales contra el ser humano
como:
- La
venta de esclavos, entre ellos, millones de niños.
- La
muerte por hambre de 60 millones de personas al año.
- El
paro forzoso, por absoluta subordinación del trabajo al capital.
- La
enfermedad y la ignorancia como negocios económicos.
- Etc.,
etc.
…
Si no es capaz de responder, ni mínimamente, a los grandes problemas de la
humanidad, está clara la crisis del sistema. Responder a una crisis del
sistema, no se improvisa. Es verdad. Pero cuanto más tarde se empiece, más
grave será el mal. Y que no nos vengan, también en esto, con las cataplasmas
inicuas del 0´7%. Proponer medidas así es querer y trabajar porque el hambre,
el paro, la enfermedad, la ignorancia, etc., sigan siendo los grandes dramas de
la humanidad.”
Texto tomado de un artículo
sobre el “Paro” (Julián Gómez del Castillo,
“Carta entre amigos” nº 39, abril 1994)
Con la lectura de estos párrafos hemos dado comienzo el II
curso del Foro JGC en una sociedad cuyos problemas actuales ya fueron
anticipados por el análisis militante de nuestro amigo Julián treinta años
antes.
Un sistema que no dudó en calificar de imperialista, salvaje
con el ser humano, especialmente con los débiles de la sociedad y cuya crisis vaticinó
por causa de su propia corrupción interna.
También era frecuente en su análisis de la realidad de los
cristianos y de la Iglesia española y en general de los cristianos de la parte
enriquecida, señalar su falta de vigor militante a causa de no plantearse la
Conversión a Cristo.
Esta inauguración del Foro que lleva su nombre queremos que
sea nuestro mejor homenaje en el sexto aniversario de su partida hacia el
Padre.
El Foro Julián Gómez del Castillo quiere seguir dando un
paso más en este nuevo curso para el objetivo de promover el diálogo y el
encuentro en la sociedad y en la Iglesia sobre las necesidades evangelizadoras
de la sociedad actual. Un mundo donde la crisis del sistema la pagan
especialmente los débiles y empobrecidos de la sociedad con el Hambre, el Paro
y la esclavitud de la gran mayoría de sus miembros.
Queremos ser respuesta, intentando asumir, como nos
planteaba Julián frecuentemente, desde un cristianismo de encarnación que
entiende que la conversión a Jesús y a nada ni nadie más, es la respuesta
evangelizadora adecuada en nuestra sociedad.
Para tratar sobre ello hemos contado con la presencia y con
la ayuda de nuestro querido amigo Manuel María Bru. Manuel nos ha planteado una
reflexión sobre tres aspectos que abordan la respuesta de la Iglesia y de los
cristianos ante la crisis económica, teniendo en cuenta no sólo la realidad
española sino la realidad más amplia propia de la naturaleza internacional de
la propia crisis. La intervención ha discurrido desarrollando tres aspectos: El
testimonio de la solidaridad, el juicio de la situación y los criterios de
juicio y de actuación. A continuación se ha tenido un rato amplio de dialogo
entre los asistentes. Por último hemos concluido el encuentro agradeciendo a
Manuel su disposición al diálogo propuesto.